Un sistema operativo es un flujo ordenado de actividades que se relacionan por lo general con los negocios y empresas, pero que pueden aplicarse a casi cualquier cosa. Por ejemplo, se podría tener un sistema operativo para aprender a manejar auto o para estudiar un examen o para aprender un deporte. Sin embargo, lo más común es que existan sistemas operativos para atender las quejas de los clientes o para realizar un servicio o para distribuir un producto o para desempeñar la actividad de un área empresarial, sea financiera, marketing, administrativa o comercial.
El sistema operativo se necesita para que la calidad de los resultados se garantice, ya que no se deja al libre albedrio la ejecución de actividades sino al seguimiento de un procedimiento previamente acordado como exitoso. Sin embargo, el sistema operativo te restringe y evita que tu creatividad pueda salir a flote, también puede disminuir el servicio a un cliente cuando lo que requiere se sale de las reglas, políticas o sistema operativo vigente.
Un sistema operativo es conveniente cuando los procesos son repetitivos y altamente estandarizados y especializados, pero no serán tan útiles cuando se necesita de inventiva o de soluciones creativas, en áreas publicitarias o de marketing, por ejemplo.
Si deseas que las cosas funcionen como un relojito, no se salgan de su curso normal deseado, los resultados se alcancen de la misma manera, y se ahorre tiempo en la ejecución, lo mejor es acudir al sistema operativo, el cual te dirá qué hacer, cuando, cómo y dónde.
El sistema operativo se necesita para que la calidad de los resultados se garantice, ya que no se deja al libre albedrio la ejecución de actividades sino al seguimiento de un procedimiento previamente acordado como exitoso. Sin embargo, el sistema operativo te restringe y evita que tu creatividad pueda salir a flote, también puede disminuir el servicio a un cliente cuando lo que requiere se sale de las reglas, políticas o sistema operativo vigente.
Un sistema operativo es conveniente cuando los procesos son repetitivos y altamente estandarizados y especializados, pero no serán tan útiles cuando se necesita de inventiva o de soluciones creativas, en áreas publicitarias o de marketing, por ejemplo.
Si deseas que las cosas funcionen como un relojito, no se salgan de su curso normal deseado, los resultados se alcancen de la misma manera, y se ahorre tiempo en la ejecución, lo mejor es acudir al sistema operativo, el cual te dirá qué hacer, cuando, cómo y dónde.
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