Una de las fases más importantes al dejar una adicción pueden ser las recaídas. Una recaída no debe ser algo que nos de igual, de forma que podemos caer en la tentación de pensar: “Bueno, si caigo otra vez no pasa nada”. Pero a la vez, no puede ser algo tan doloroso que nos desanime por completo y que pensemos que nada de esta lucha tiene sentido. Cuando intentamos dejar una adicción (la que sea), el cerebro debe aprender a sobrevivir sin esa adicción. Esto es un proceso doloroso, puesto que le estamos privando de algo que le producía placer. Pero... esto es solo al principio. Si logramos estar un tiempo largo sin recurrir a la adicción, el cerebro se reprogramará y cada vez será más fácil sobrellevar la vida sin tener que recurrir a esa droga. Si a lo largo de este proceso, volvemos a tener un tropiezo, el cerebro que estaba iniciando su fase de curación vuelve a reforzar la conducta que queremos evitar y olvida un poco la nueva que le estamos proponiendo. Por ello mismo, es un paso a
Guía completa de todos los buscadores de internet y buscadores web en una sola página.