El huracán nace en los mares y su destino son las costas de los diferentes continentes.
Un huracán es una fuerza devastadora que proviene de los mares, en forma de vientos, lluvias y altas olas que pueden superar fácilmente los 5 o 6 metros de altura, y que tienen como destino la zona continental o tierra, en donde llegan destruyendo las costas y zonas aledañas, para luego perder paulatinamente el poder y extinguirse cuando ingresan y tocan tierra.
El huracán se denomina de esta forma en los mares que integran el océano atlántico, y que entre los meses de junio y octubre, nacen, se desarrollan y se dirigen al Caribe y costas de los Estados Unidos, en forma cíclica todos los años. Algunos huracanes como el katrina devastan las costas que tocan, como lo fue en el golfo mexicano y el sur de los Estados Unidos, mientras que otros huracanes de categoría menor, pasan desapercibidos a simple vista.
En la época de los huracanes, las viviendas y oficinas cercanas a las costas, se preparan con alimentos para su supervivencia en el caso de que los establecimientos de comercio se cierren y deban permanecer en sus casas por muchos días. Igualmente deben cerrar ventanas y orificios por donde pueda ingresar el aire y los fuertes vientos que a veces superan los 100 o 200 kilómetros por hora, convirtiéndose en verdaderos tornados. Los lugares menos seguros deben desalojarse por el alto riesgo de destrucción, ya que inclusive se pueden caer los techos de las viviendas, averiarse la energía eléctrica e inundarse todo el lugar por el aumento del nivel del agua del mar y ríos.
En la zona del pacífico el huracán se denomina tifón, que para efectos prácticos funciona de la misma manera devastadora, siendo los ejemplos más recientes de tifones, los ocurridos en Japón y Tailandia. En la medida en que la población esté preparada, debidamente informada y con el tiempo suficiente para alejarse de las costas y protegerse en albergues, el efecto de los huracanes y tifones, será menor en pérdidas de vidas y objetos materiales.
Un huracán es una fuerza devastadora que proviene de los mares, en forma de vientos, lluvias y altas olas que pueden superar fácilmente los 5 o 6 metros de altura, y que tienen como destino la zona continental o tierra, en donde llegan destruyendo las costas y zonas aledañas, para luego perder paulatinamente el poder y extinguirse cuando ingresan y tocan tierra.
El huracán se denomina de esta forma en los mares que integran el océano atlántico, y que entre los meses de junio y octubre, nacen, se desarrollan y se dirigen al Caribe y costas de los Estados Unidos, en forma cíclica todos los años. Algunos huracanes como el katrina devastan las costas que tocan, como lo fue en el golfo mexicano y el sur de los Estados Unidos, mientras que otros huracanes de categoría menor, pasan desapercibidos a simple vista.
En la época de los huracanes, las viviendas y oficinas cercanas a las costas, se preparan con alimentos para su supervivencia en el caso de que los establecimientos de comercio se cierren y deban permanecer en sus casas por muchos días. Igualmente deben cerrar ventanas y orificios por donde pueda ingresar el aire y los fuertes vientos que a veces superan los 100 o 200 kilómetros por hora, convirtiéndose en verdaderos tornados. Los lugares menos seguros deben desalojarse por el alto riesgo de destrucción, ya que inclusive se pueden caer los techos de las viviendas, averiarse la energía eléctrica e inundarse todo el lugar por el aumento del nivel del agua del mar y ríos.
En la zona del pacífico el huracán se denomina tifón, que para efectos prácticos funciona de la misma manera devastadora, siendo los ejemplos más recientes de tifones, los ocurridos en Japón y Tailandia. En la medida en que la población esté preparada, debidamente informada y con el tiempo suficiente para alejarse de las costas y protegerse en albergues, el efecto de los huracanes y tifones, será menor en pérdidas de vidas y objetos materiales.
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