La solidaridad implica deseo de servir y de compartir lo que tenemos y algo de lo que nos sobra.
La solidaridad es el esfuerzo conjunto de apoyo a los que más lo necesitan en un determinado momento. Es el resultado de creer que la suma de recursos permite mayores resultados, que si se realiza en forma aislada. La solidaridad es sinónimo de unión e integración, trabajo en equipo y ver al prójimo como destinatario.
Para que exista solidaridad debe primero nacer en las personas el deseo de servir y compartir, dar sin reserva y regocijarse con la felicidad ajena. No se debe esperar a que se presenten desastres para que aflore la solidaridad, sino que debe convertirse en un hábito y comportamiento natural y permanente.
La solidaridad no solo se relaciona con el aporte de dinero, porque el dar cariño, brindar soporte emocional, abrigar al desamparado, consolar al triste, compartir con el necesitado, y hasta el dar conocimiento y asesoría, son también signos de solidaridad, muy bien valorados por quienes realmente la necesitan.
Ser solidario es una actitud ante la vida, un valor que no solo se valora en las sociedades sino en las mismas empresas, porque nadie puede por si solo obtener los mejores resultados, sino que es una exigencia y necesidad, relacionarse con otros para trabajar en equipo, negociar e integrar expectativas, y trabajar en forma mancomunada para que todos ganen.
La solidaridad es el esfuerzo conjunto de apoyo a los que más lo necesitan en un determinado momento. Es el resultado de creer que la suma de recursos permite mayores resultados, que si se realiza en forma aislada. La solidaridad es sinónimo de unión e integración, trabajo en equipo y ver al prójimo como destinatario.
Para que exista solidaridad debe primero nacer en las personas el deseo de servir y compartir, dar sin reserva y regocijarse con la felicidad ajena. No se debe esperar a que se presenten desastres para que aflore la solidaridad, sino que debe convertirse en un hábito y comportamiento natural y permanente.
La solidaridad no solo se relaciona con el aporte de dinero, porque el dar cariño, brindar soporte emocional, abrigar al desamparado, consolar al triste, compartir con el necesitado, y hasta el dar conocimiento y asesoría, son también signos de solidaridad, muy bien valorados por quienes realmente la necesitan.
Ser solidario es una actitud ante la vida, un valor que no solo se valora en las sociedades sino en las mismas empresas, porque nadie puede por si solo obtener los mejores resultados, sino que es una exigencia y necesidad, relacionarse con otros para trabajar en equipo, negociar e integrar expectativas, y trabajar en forma mancomunada para que todos ganen.
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