La fe mueve montañas, es creer firmemente en algo y en alguien, tal vez en un ser superior, en que la perfección es posible, y en que las cosas pueden ser cada vez mejores. La fe no tiene límites ni se pone fronteras, no existen cosas imposibles, tampoco terrenales, porque en el campo espiritual del que es parte la fe, se pueden lograr todos los sueños.
Aunque la fe se relaciona por lo general con los temas religiosos y para creer en hechos del pasado que difícilmente se pueden comprobar, la fe también se utiliza a nivel personal para confiar en que los resultados y sueños se pueden lograr, y en el ámbito empresarial también la fe juega un papel importante para que los negocios se puedan dar.
Pero la fe necesita de apoyo y no dejarle la totalidad de la responsabilidad de los sucesos futuros, y como dice el dicho, debes ayudarte primero para que luego el mundo te ayude. La fe no es solo suerte sino producto de la labor ardua y constante, es creer lo creíble, anhelar aquello que parece difícil pero no imposible, es darte cuenta que se puede llegar más lejos porque te lo mereces.
La fe exige que puedas sobrepasar lo visible y concreto, para creer en sucesos, valores, aspiraciones, anhelos, en los que solo debes creer o no, porque no se puede comprobar su existencia. Una fe mal manejada es aquella que se utiliza para manipular a la gente y lograr que actúe de una determinada forma, en cambio una fe bien manejada es la que logra sacar del ser humano su mejor cara, la máxima confianza y el optimismo en su máxima expresión.
Aunque la fe se relaciona por lo general con los temas religiosos y para creer en hechos del pasado que difícilmente se pueden comprobar, la fe también se utiliza a nivel personal para confiar en que los resultados y sueños se pueden lograr, y en el ámbito empresarial también la fe juega un papel importante para que los negocios se puedan dar.
Pero la fe necesita de apoyo y no dejarle la totalidad de la responsabilidad de los sucesos futuros, y como dice el dicho, debes ayudarte primero para que luego el mundo te ayude. La fe no es solo suerte sino producto de la labor ardua y constante, es creer lo creíble, anhelar aquello que parece difícil pero no imposible, es darte cuenta que se puede llegar más lejos porque te lo mereces.
La fe exige que puedas sobrepasar lo visible y concreto, para creer en sucesos, valores, aspiraciones, anhelos, en los que solo debes creer o no, porque no se puede comprobar su existencia. Una fe mal manejada es aquella que se utiliza para manipular a la gente y lograr que actúe de una determinada forma, en cambio una fe bien manejada es la que logra sacar del ser humano su mejor cara, la máxima confianza y el optimismo en su máxima expresión.
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