La fuerza implica movimiento, liberación de energía, una magnitud respecto de la acción realizada. En el campo físico, la fuerza es una medida de la aceleración de la masa, la cual concentra una energía capaz de chocar, destruir, mover, actuar, crear y provocar reacciones en su entorno.
La fuerza puede relacionarse con la masa muscular y su capacidad para levantar, golpear, construir, realizar. Pero a la vez si se refiere a la fuerza mental, la connotación implica la capacidad para controlarse, superar dificultades, y mantenerse enfocada en el logro de objetivos concretos.
La fuerza en el deporte permite que se pueda llegar más lejos, y al combinarse con la destreza se pueda vencer al oponente o superar los propios retos personales. La fuerza necesita del control para que se canalice en forma creativa en el logro de beneficios. Porque si se deja que la fuerza divague sin razón ni gestión, entonces se podrá abusar de ella, para convertirse en perjudicial.
Arquímedes demostró hace muchos años una máxima que sigue vigente, en el sentido de que más vale la maña que la fuerza, o dicho de otra forma, si aprendes a aplicar la fuerza en un determinado punto focalizado, podrás obtener más resultados y con menos esfuerzo.
La fuerza bruta es aquella que se utiliza en forma indiscriminada y sin direccionamiento, en cambio la fuerza inteligente es la que te permite alcanzar mejores desempeños en el campo físico, mental, laboral, emocional, y hasta en el amor.
La fuerza puede relacionarse con la masa muscular y su capacidad para levantar, golpear, construir, realizar. Pero a la vez si se refiere a la fuerza mental, la connotación implica la capacidad para controlarse, superar dificultades, y mantenerse enfocada en el logro de objetivos concretos.
La fuerza en el deporte permite que se pueda llegar más lejos, y al combinarse con la destreza se pueda vencer al oponente o superar los propios retos personales. La fuerza necesita del control para que se canalice en forma creativa en el logro de beneficios. Porque si se deja que la fuerza divague sin razón ni gestión, entonces se podrá abusar de ella, para convertirse en perjudicial.
Arquímedes demostró hace muchos años una máxima que sigue vigente, en el sentido de que más vale la maña que la fuerza, o dicho de otra forma, si aprendes a aplicar la fuerza en un determinado punto focalizado, podrás obtener más resultados y con menos esfuerzo.
La fuerza bruta es aquella que se utiliza en forma indiscriminada y sin direccionamiento, en cambio la fuerza inteligente es la que te permite alcanzar mejores desempeños en el campo físico, mental, laboral, emocional, y hasta en el amor.
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