El calentamiento global es un problema que requiere una solución urgente. Tengamos en cuenta que la acumulación de gases de invernadero en la atmósfera no permiten el escape de calor al exterior, lo que implica una suba en la temperatura del planeta. Esto trae en consecuencia un derretimiento de los casquetes polares, aumentando el contenido de agua dulce en los océanos, lo que ocasionaría un des-balance en la salinidad. Este des-balance en la salinidad traería complicaciones en el tráfico de corrientes marinas, como la Corriente del Golfo, la cual sirve para regular gran parte del clima planetario. En consecuencia, tendríamos cada vez más desequilibrios climáticos, grandes tormentas, huracanes, y demás desastres naturales.
Es hora de cambiar: son necesarias fuentes de energía renovables y no contaminantes, para reducir emisiones de gases nocivos a la atmósfera. También debemos ahorrar energía: comprar lámparas de bajo consumo, apagar las luces y artefactos eléctricos que no utilizamos, no desperdiciar el agua y ayude a reciclar los desechos: el planeta nos lo agradecerá.
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