Sistema de gobierno y de pensamiento político que propende por dejar intacto, o modificar lo menos posible los valores tradicionales en todos los aspectos: sociales, culturales, políticos y religiosos. Contrario al liberalismo, que propende por el avance y el progresismo, el pensamiento de derecha-centro, siempre se ha identificado con el conservatismo. Los principales postulados de la filosofía pueden resumirse en estos:
―La tendencia por un orden invariable y establecido en todo ámbito.
―Un acendrado nacionalismo y una preferencia por la religión como una forma de generar identidad y valor espiritual necesario para el hombre.
―La tradición de gobierno arraigado en un país, como garante de orden y estabilidad.
―Preferencia por la tradición de seguridad fiscal, la figura de la propiedad privada y la no oposición al intervencionismo, visto como modelo que da solidez a la industria nacional.
Opuesto inicialmente a las reformas derivadas de las ideas propias de la Revolución Francesa, el credo conservador, se opuso a la colectivización del estado, a la perdida del estatus monárquico de los antiguos regímenes europeos y en general a los drásticos cambios durante los siglos XVII y XIX en la política europea. Así mismo, el conservadurismo, se opone a la división iglesia-estado puesto que el laicismo es considerado como un desorden civil, en consecuencia negativo para el establecimiento de un estado de derecho natural del hombre.
Pese a que se han dado distintas variantes del concepto conservadurismo, existen dos clases: moderado y radical. El orden moderado, acepta con limitantes, la visión democrática y librecambista en materia financiera. Su teórico más importante es Edmund Burke, quien introdujo el concepto en Inglaterra oponiéndose, como se ha dicho, a las ideas revolucionarias venidas de los pensadores liberales. Este modelo de conservadurismo no tiene tradición religiosa, por lo que puede considerarse, laico, en cierto sentido. El radical, por otro lado, ha aceptado también el liberalismo económico, aunque enfatiza el concepto de nación, comprendida como un todo, lo que ha llevado a semejarlo con algunas características del nacionalismo radical de ultraderecha.
En la actualidad, una corriente conocida como neoconservadurismo, ha tenido calado sobre todo en los Estados Unidos con el partido republicano. Las políticas que han intentado promover los demócratas, quienes representan la corriente política más liberal de gobierno, no son vistas con buenos ojos por los neoconservadores. Estos se caracterizan por profesar una política de corte clásico en lo que atañe a la religión, pues consideran que el catolicismo sobre todo como oposición al protestantismo, puede aportarle a la cultura y sociedad norteamericanas, valores importantes en distintas áreas; se oponen a la inmigración y la perdida de la identidad nacional con la integración intercultural o social. También se oponen a introducir nuevas tendencias culturales o sociales que alteren el orden establecido de lo que se considera políticamente correcto.
La larga tradición del pensamiento conservador en Estados Unidos, tuvo un episodio durante la Segunda Guerra que ejemplifica la tendencia prevalente, aun hoy, en la mentalidad de esa nación. A fines de los años treinta, Charles Lindberg, junto a otros personajes de la vida política norteamericana, abiertamente republicanos, se opusieron tajantemente al ingreso de Estados Unidos en la guerra, alegando que no era asunto de estado el envío de tropas al frente europeo y del Pacífico. Esta característica del pensamiento conservador se conoce como aislacionismo, y se manifiesta todavía de distintas maneras en los conceptos de gobierno estadounidense.
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