Esto son dos amigos muy tacaños que se van a bañar al río,
y apuestan 8 centavos al que durara más rato dentro del agua...
Los dos se ahogaron.
-Perdona, ¿tienes 100 pesos?
-Te perdono.
¿Sabes cómo se inventó el hilo de alambre?
Dos tacaños estirando una moneda.
Era un tío tan tacaño, tan tacaño, que no se compraba una nevera,
porque no podía estar seguro de que al cerrar la puerta se apagaría la luz.
-Oye ¿me guardas un secreto?
-Sí, dime.
-Necesito 50 pesos.
-Ok, no se lo digo a nadie.
Esto son dos amigos hablando, uno de ellos muy triste:
-Pero tío, ¿qué te pasa?.
-Es que se le ha roto una púa a mi peine, y ahora tendré que comprarme uno...
-Pues úsalo igual, total, por una púa que le falte...
-Es que era la última púa que le quedaba!
Era un tipo tan tacaño, tan tacaño,
que quería comprarse un perro, pero como no quería gastar dinero,
ladraba por las noches.
Esto era un hombre tan, tan tan tacaño,
que vendió su reloj para no dar más la hora.
Un hombre muy tacaño sube a un taxi y cuando llega al sitio le dice el taxista:
-Son 10 euros. Y el hombre le da 5.
Entonces el taxista le dice:
-¿Por qué me da 5?, ¡son 10!
El hombre responde:
-Sí, pero hemos ido los dos.
Te recomendamos: Chistes buenísimos, te reirás mucho!.
y apuestan 8 centavos al que durara más rato dentro del agua...
Los dos se ahogaron.
-Perdona, ¿tienes 100 pesos?
-Te perdono.
¿Sabes cómo se inventó el hilo de alambre?
Dos tacaños estirando una moneda.
Era un tío tan tacaño, tan tacaño, que no se compraba una nevera,
porque no podía estar seguro de que al cerrar la puerta se apagaría la luz.
-Oye ¿me guardas un secreto?
-Sí, dime.
-Necesito 50 pesos.
-Ok, no se lo digo a nadie.
Esto son dos amigos hablando, uno de ellos muy triste:
-Pero tío, ¿qué te pasa?.
-Es que se le ha roto una púa a mi peine, y ahora tendré que comprarme uno...
-Pues úsalo igual, total, por una púa que le falte...
-Es que era la última púa que le quedaba!
Era un tipo tan tacaño, tan tacaño,
que quería comprarse un perro, pero como no quería gastar dinero,
ladraba por las noches.
Esto era un hombre tan, tan tan tacaño,
que vendió su reloj para no dar más la hora.
Un hombre muy tacaño sube a un taxi y cuando llega al sitio le dice el taxista:
-Son 10 euros. Y el hombre le da 5.
Entonces el taxista le dice:
-¿Por qué me da 5?, ¡son 10!
El hombre responde:
-Sí, pero hemos ido los dos.
Te recomendamos: Chistes buenísimos, te reirás mucho!.
Comentarios
Publicar un comentario