El señor Smith va a Washington
Año: 1939. Dirección: Frank Capra. Duración: 129 min. País: Estados Unidos.
Reparto: Jean Arthur, James Stewart, Claude Rains, Edward Arnold, Guy Kibbee, Charles Lane.
Sinopsis:
Un político con principios, Jefferson Smith, se ve de pronto enfrentándose a las corrupciones del resto de políticos sin escrúpulos y decide tomar cartas en el asunto.
El senador Sam Foley que muere en 1939, es reemplazado por un nuevo político, que según los burócratas y empresarios de turno, no causará problemas.
Cargado de una entereza moral y, si se lo quiere así llamar, una inocencia elemental, el personaje interpretado por james Stewart, resalta sobre todos los demás.
Mrs Saunders, su joven secretaria, terminará prendada de las cualidades del senador, tras verlo al principio con distancia, e incluso con antipatía.
El inicial idealismo del joven político se irá tornando en indignación, al enterarse de que su principal protector Joseph Harrison, está vendido al poderoso Jim Taylor, un empresario quien pretende levantar una monumental represa en el condado natal de Smith.
Esta suerte de Quijote se ve enfrentado a los molinos de viento que ayudan a impulsar los medios y sobre todo, el electorado.
Lleva hasta el Congreso los argumentos necesarios para cambiar el orden de las cosas que parece tan natural, siendo apoyado por un puñado de muchachos que son igualmente éticos e idealistas al protagonista.
Comentario:
El lente agudo de Frank Capra, se transforma aquí en un estilete agudísimo que es hoy, casi ochenta años después del estreno de la película, tan actual como en 1939.
El tema de la corrupción de los funcionarios públicos, jamás pasa de moda. El tema sobre el que gravita el filme podría resumirse diciendo una sola cosa: la ética.
La historia del hombre que se enfrenta ante el sistema establecido, si tenemos en cuenta el trasfondo político de aquellos tiempos, con regímenes totalitarios cruzando América y Europa, parece haber perdido interés.
Cada uno de los caracteres del filme representan a un parte del “electorado” o su contraparte de gobernantes y legisladores. Smith, representado con maestría por james Stewart, simboliza lo que ya se ha dicho, los valores constitucionales del derecho de todo ciudadano a velar por la trasparencia y honestidad de quienes detentan el poder; la secretaria, representa si se quiere, la naturaleza femenina que ve en Smith el arquetipo del hombre ideal; por su parte Harrison y Taylor, simbolizarían el político que no puede sustraerse a complacer a su patrón, y éste último, a los que compran conciencias sin importarles las profundas consecuencias morales que tal acción implica.
Año: 1939. Dirección: Frank Capra. Duración: 129 min. País: Estados Unidos.
Reparto: Jean Arthur, James Stewart, Claude Rains, Edward Arnold, Guy Kibbee, Charles Lane.
Sinopsis:
Un político con principios, Jefferson Smith, se ve de pronto enfrentándose a las corrupciones del resto de políticos sin escrúpulos y decide tomar cartas en el asunto.
El senador Sam Foley que muere en 1939, es reemplazado por un nuevo político, que según los burócratas y empresarios de turno, no causará problemas.
Cargado de una entereza moral y, si se lo quiere así llamar, una inocencia elemental, el personaje interpretado por james Stewart, resalta sobre todos los demás.
Mrs Saunders, su joven secretaria, terminará prendada de las cualidades del senador, tras verlo al principio con distancia, e incluso con antipatía.
El inicial idealismo del joven político se irá tornando en indignación, al enterarse de que su principal protector Joseph Harrison, está vendido al poderoso Jim Taylor, un empresario quien pretende levantar una monumental represa en el condado natal de Smith.
Esta suerte de Quijote se ve enfrentado a los molinos de viento que ayudan a impulsar los medios y sobre todo, el electorado.
Lleva hasta el Congreso los argumentos necesarios para cambiar el orden de las cosas que parece tan natural, siendo apoyado por un puñado de muchachos que son igualmente éticos e idealistas al protagonista.
Comentario:
El lente agudo de Frank Capra, se transforma aquí en un estilete agudísimo que es hoy, casi ochenta años después del estreno de la película, tan actual como en 1939.
El tema de la corrupción de los funcionarios públicos, jamás pasa de moda. El tema sobre el que gravita el filme podría resumirse diciendo una sola cosa: la ética.
La historia del hombre que se enfrenta ante el sistema establecido, si tenemos en cuenta el trasfondo político de aquellos tiempos, con regímenes totalitarios cruzando América y Europa, parece haber perdido interés.
Cada uno de los caracteres del filme representan a un parte del “electorado” o su contraparte de gobernantes y legisladores. Smith, representado con maestría por james Stewart, simboliza lo que ya se ha dicho, los valores constitucionales del derecho de todo ciudadano a velar por la trasparencia y honestidad de quienes detentan el poder; la secretaria, representa si se quiere, la naturaleza femenina que ve en Smith el arquetipo del hombre ideal; por su parte Harrison y Taylor, simbolizarían el político que no puede sustraerse a complacer a su patrón, y éste último, a los que compran conciencias sin importarles las profundas consecuencias morales que tal acción implica.
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