Qué es un ensayo

Dentro de los diferentes géneros literarios, probablemente el de mayor difusión en los últimos tiempos ha sido el ensayo. Entendido como un escrito más bien breve, de carácter ilustrativo y subjetivo, en el cual se exponen los distintos puntos de vista y análisis de un tema específico con ciertas libertades de estilo. No pretende ser sistemático, puesto que el autor puede incluso, si lo desea, ejercer libertades poéticas o narrativas.

Por la gran libertad que ofrece el género, es con frecuencia usado para la exposición abierta y desde varias ópticas de un tema determinado. Su campo específico puede ser tan amplio que va desde la literatura, la economía, la ciencia, la religión, el periodismo, etc.

Su extensión es variable y puede ir de menos de un centenar de páginas hasta varios volúmenes. El ensayo se ha asociado por su versatilidad, a la exposición libre de ideas por parte del escritor. Desde ese punto de vista, las ideas que pueden servir a un escritor para escribir un ensayo, no se agotan jamás. El hecho de tomar el ensayo como un género específico que requiere un acervo de saberes y técnicas, hace que quienes se dedican a escribirlo, tengan de alguna forma que especializarse en el género. Puede decirse por varios motivos, que es un género didáctico.

Distintos escritores a lo largo de las historia de la literatura han abordado en ensayo. Séneca y Plutarco, en las letras clásicas, puede decirse que tuvieron el germen del género en algunas de sus obras. Sin embargo, se considera al precursor del género ensayístico al escritor francés Michel de Montaigne (1533-1592), quien llamó «Essais» (Ensayos) a sus escritos. Montaigne, criado en una familia de liberales humanistas, tuvo desde el principio de su educación una visión amplia de la vida, algo que según la critica, contribuiría en su estilo.

Hay dos clases de ensayo:

-Ensayo literario: como se ha dicho, el ensayo literario otorga al escritor libertades para expresarse del modo que quiera. Puede exponer un tema cualquiera y darle un nuevo giro por medio de su estilo. Algunos ejemplos de ensayos literarios son: El Laberinto de la soledad de Octavio Paz y Otras Inquisiciones de Jorge Luís Borges.

-Ensayo científico: este tipo de ensayo se halla en los lindes entre la poesía y la ciencia. Es un equilibro justo entre el análisis riguroso de la ciencia, llevando a cabo la exposición metódicamente y con una hipótesis definida, pero el género permite que el autor exponga su visión sin que por ello pierda fuerza su argumentación. Ejemplos de este tipo de ensayo pueden ser: El Capital de Karl Marx, Teoría de la relatividad general de Albert Einstein, El Origen de las Especies de Charles Darwin, etc.

De acuerdo a la intención del escritor al abordar el ensayo, se puede decir que existen pueden clasificarse en:

-Ensayo crítico o expositivo: se refiere a la obra en la que se expone un tema analizando sus distintas interpretaciones, haciendo una exposición crítica de sus distintos matices. En este se hace un minucioso estudio hasta concluir una hipótesis personal del autor.

-Argumentativo: se sustenta la idea del autor, basándose en referencias de todo tipo sean estas históricas, científicas, políticas, etc. Al final de acuerdo a la información se hace una síntesis final dejando a juicio del lector las conclusiones.

-Literario: se refiere al análisis puramente artístico del género literario, donde se establece una diferencia fundamental en la obra a tratar, sea esta de ficción (novela, cuento o poesía) y no ficción (biografía, historia, interpretación, etc.)

Dentro de la literatura ha habido autores que pretenden usar el género para sus fines estéticos. Por ejemplo el novelista portugués José Saramago, en dos de sus novelas Ensayo sobre la ceguera y Ensayo sobre la lucidez, cuenta dos historias haciendo un hibrido de géneros, pero sin dejar de lado el estilo puramente narrativo en sus novelas.

Partes del ensayo:

Como cualquier escrito, el ensayo tiene varias partes definidas:

-Introducción: donde el autor expone al lector el tema y su finalidad, haciendo el recuento de sus fuentes, su proceso, etc. Puede empezar haciendo una pregunta retórica que le permitirá desglosar su análisis. Ejemplo: ¿Qué es el tiempo? ¿Cuál es el sentido de la vida? ¿Para qué escribir poemas? Etc.

-Desarrollo: refiere al análisis de cada parte del ensayo. El autor para llegar al quid del asunto, pone sobre la mesa los distintos recursos que tiene a su disposición para hacerse entender o dejar claro su punto de vista. Puede recurrir a otros textos, discursos, entrevistas o referencias externas para clarificar su idea. Las ideas secundarias necesarias las irá exponiendo para que sirvan de apoyo a su hipótesis.

-Conclusión: Al final de su exposición, definirá su posición argumentando cómo y porqué ha escrito la obra. De acuerdo a los postulados iníciales de la esta, cerrará el ensayo justificando lo escrito y dejando que sea el lector y su visión quien juzgue si esta en lo cierto o no.

La extensión de un ensayo dependerá directamente de la necesidad del autor. Por ejemplo, un ensayo científico argumentativo, ha de requerir necesariamente una cantidad mayor de páginas para la exposición de ideas que, por decir algo, uno acerca de un poema o una novela. Con independencia de lo dicho, siempre debe estar basado en un principio fundamental: tesis-antítesis.

La forma de exponer, o el estilo, como se ha dicho dependerá de la destreza del escritor. Para expresar una idea compleja un autor experto no necesitará varias páginas sino que será suficiente hacer una metáfora o una sugerencia para contextualizarla. El autor debe ser coherente, conciso, claro y abierto con el lector. Si el escritor carece de estas características, su libro se hará oscuro, pesado, denso e ininteligible para su lector.

El buen escritor de ensayos, mostrará a su lector un tema aunque sea este manido y común, de una forma nueva, inteligente y original, para que sea único y quede grabado en la memoria del público.

Siempre que se haya leído un buen ensayo, se tendrá la impresión de que se ha tenido una larga charla con el escritor y al final, nos ha dejado sobre la mesa su visión persuadiéndonos de ella con la agudeza de sus palabras y su inteligencia.

La fuerza de un ensayo la otorgará el público. Si este es bueno generará en los lectores discusiones, creará polémicas y dará motivo a otros libros o análisis sobre la obra. Por tal motivo la escritura de un ensayo requerirá un acervo de lecturas previas, análisis, acopio de datos de todo tipo necesarios para dar forma al libro: ver películas, escuchar opiniones, hacer viajes, tomar notas, tener entrevistas con los personajes entendidos del tema, etc.

Por este motivo el ensayo es tan idiosincrático como puede serlo un cuadro, una película, un poema o una novela. En las páginas podemos leer las experiencias del escritor, sus lecturas, sus reflexiones, sus gustos y en fin, ver una radiografía de su pensamiento.

Ensayos y autores celebres

Dentro de la lengua española ha habido grandes escritores que se han visto seducidos por el ensayo. Hacer un esbozo desde los primeros ensayistas de la lengua española, es un poco difuso puesto que el género abarca tal cantidad de variantes, que algunos estudiosos afirman incluso que los Diarios de A bordo de Cristóbal Colón (1451-1506) pueden ser tenidos como el primer intento de ensayística en lengua hispana. Así mismo Antonio de Nebrija (1444-1522) con su prólogo a la gramática de la Lengua Castellana, Alvar Núñez Cabeza de Vaca (1490-1560), explorador español con sus Naufragios y Comentarios, Hernán Cortés (1458-1547) con sus Cartas de la conquista de México y los Comentarios reales del Inca Garcilaso de la Vega, son los pilares del incipiente género en lengua hispana.

Ya durante el llamado Siglo de Oro, Francisco de Quevedo con obras como Los Sueños (1627) obra de carácter picaresco donde el autor nos describe escenas de carácter fantástico y onírico. Santa Teresa de Jesús en sus Meditaciones sobre los Cantares (1547), es también un ejemplo de las letras de la España renacentista.

En el siglo XVIII Benito Jerónimo Feijoo (1676-1764) fue uno de los primeros ensayistas en crear un estilo amplio y crítico, rebatiendo en sus escritos cualquier espíritu oscurantista y dogmático.

Durante el siglo XIX, España y Latinoamérica dieron varios escritores de gran importancia para el desarrollo del ensayo. Mariano José de Larra (1809-1847) fue crítico, periodista y ensayista madrileño quien desarrolló un estilo único como articulista. Benito Pérez Galdós (1843-1920) novelista español, fue uno de los pioneros de la novela realista en lengua española y en el ensayo destacan obras como Arte y Crítica (póstuma, 1923) y Política Española (1923).

El libertador Simón Bolívar (1793-1830) político y militar venezolano, descolló también como ensayista y critico literario. José Martí (1853-1895) político e intelectual cubano, escribió artículos y ensayos donde analizaba los diferentes caracteres de la sociedad de su país, también fue un importante periodista de distintos diarios norteamericanos para los que trabajó.

Destacan también Andrés Bello (1781- 1865), gramático y escritor venezolano, maestro de Simón Bolívar, es considerado uno de los más importantes de la lengua. Rufino José Cuervo (1844-1911), gramático y erudito colombiano, que a lo largo de su vida, desarrolló en diferentes campos de estudio una de las obras críticas capitales de la lengua castellana, su Diccionario de construcción y régimen de la Lengua Castellana, obra de varios volúmenes con casi 8.000 páginas donde analiza los distintos problemas sintácticos de la gramática de la lengua.

En el siglo XX, descollaron varios ensayistas de distinto orden. En México destacó Alfonso Reyes (1889-1959), su gran estilo de gran concisión y claridad expositiva, lo hizo merecedor del reconocimiento de grandes escritores contemporáneos, que afirmaban, era el mejor prosista de la lengua. Así mismo el poeta Octavio Paz, escribió diferentes ensayos sobre crítica, historia y política, su obra El Laberinto de la Soledad, está considerado como una de las obras más influyentes en el estilo del ensayo del siglo XX. En su obra Paz analiza la historia de México desde la era prehispánica, hasta el siglo XX, donde mezcla diferentes conceptos de disciplinas disimiles como política, sociología, antropología y poesía. Jorge Luís Borges (1899-1986) es considerado también aparte de su poesía y prosa, un gran renovador del género ensayístico, destacan entre ellos Historia de la Eternidad y Otras Inquisiciones. El cubano Alejo Carpentier (1904-1980) fue novelista y crítico musical, dentro de sus obras más representativas son América Latina en su música y La Música en Cuba.