La amistad es casi tan indefinible como el amor. Es un sentimiento ausente de cualidades negativas, que puede darse en cualquier etapa de la vida, en cualquier sexo, condición social, religiosa, ideológica o de otro tipo, puesto que trasciende todas las categorías igual que el amor. Podría decirse que la amistad y el amor son hermanas gemelas.
El término amistad, deriva del latín amicitas o amicus (amistad, amigos) que define una relación fraterna, desinteresada y honesta entre dos personas. Algunas personas consideran que este afecto no tiene, incluso, diferencias entre especies, de ello se deriva aquella frase que reza que «el perro es mejor amigo del hombre», puesto que este animal como el caballo, ha estado presente en casi todas las actividades y etapas históricas del hombre, en la edad moderna, justamente, es usado como animal de compañía.
Existen distintos ejemplos de lo que significa el vínculo de la amistad. Por ejemplo, en la literatura, Don Quijote y Sancho Panza, se conocen casi por azar y forjan una amistad sincera, fraterna y a prueba de las vicisitudes que experimentan a lo largo del relato; también la pareja de Scherlock Holmes y El señor Watson, se apoyan mutuamente para llegar a la resolución de un caso determinado. El uno ejerce de fiscal o de acusador, de victima o victimario para analizar los pormenores de un caso.
En los Evangelios, Cristo, hace amistad con un grupo de pescadores y aldeanos, que llegan a constituir el grupo de sus seguidores y posteriormente de apóstoles de su doctrina fraternal. En uno de los pasajes de mayor dramatismo, de hecho Cristo se entera de que su amigo Lázaro ha muerto, razón por la que su hermana Marta le pide que le ayude; Cristo acude a la tumba de su amigo y le ordena que se levante de entre los muertos: este es un ejemplo claro de lo que vincula a dos personas que se aman como amigos, un afecto que trasciende las fronteras de la muerte, desafiándola.
Entre un hombre y una mujer, la relación de amistad debería estar basada por el respeto como personas en su integridad. Una relación que ha incluso superado esta barrera fraterna, como por ejemplo el matrimonio, que implica un profundo conocimiento del otro en todas sus facetas, incluso las más íntimas y molestas, deriva definitivamente en una amistad profunda en que es involucra el amor que va más allá de las contingencias físicas. El amor es una amistad profunda entre dos personas que se reconocen a si mismas, incluso, con el simplemente hecho de mirarse a los ojos.
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