En la empresa y en los negocios, nos enseñan que el arte de delegar es indispensable para que puedas realizar las diversas actividades en las que estas a cargo. La división es la operación que te permite delegar y repartir, para que todos puedan compartir y participar del proceso y de los beneficios. Es el caso en el que tengas asignadas 5 actividades y para poder realizarlas necesites dividirlas entre 5 personas para que cada uno realice una, es decir 5 dividido 5 da como resultado 1.
La división es muy útil cuando te encuentras en tu cumpleaños al cual asistieron 20 personas y deseas dividir el ponqué en partes iguales para que todos puedan disfrutar de ese manjar. En este mismo caso supongamos que el ponqué fue dividido con anterioridad en 30 partes, de tal forma que si le entregas un pedazo a cada uno de los 25 invitados, entonces te sobrarán 5 pedazos para aquellos que quieran repetir ponqué. La operación matemática de la división es 30 dividido 25 igual 1 y sobran 5.
La división y la multiplicación van emparejadas, de tal forma que se aprenden conjuntamente.
Supongamos que contamos con triángulos para ubicar en cada esquina o vértice un número, en la base dos números del 1 al 9, y en la esquina superior el resultado de multiplicar los dos números de la base. Por ejemplo, 3 y 7 en la base, para obtener en la esquina superior la multiplicación de los dos es decir 21. Los fantástico de la división es que en este ejemplo, si divides 21 por el primer número 3 obtienes el segundo 7, y viceversa, si divides 21 por 7 obtienes 3. De esta forma podemos practicar la multiplicación y la división a través de los triángulos y 3 números.
Veamos otro ejemplo de la fantasía de la división y su poder para repartir y compartir el todo. Supongamos que tienes 40 lápices y eres profesor de un salón de clases con 20 alumnos, a quienes deseas darles una cantidad igual de lápices, en este caso divides 40 por 20 y obtienes como resultado 2, es decir que a cada alumno le corresponderán 2 lápices. Si en lugar de tener 40 lápices tuvieras 45, entonces en la división 40 sobre 20, el resultado serían los mismos 2 pero sobrarían 5.
Sin la división no podrías compartir y repartir, tampoco podrías delegar y darle a cada uno lo que por derecho se merece. Por ello, la división es una operación matemática muy importante, la cual lleva implícita el deseo de servir y compartir, ya sea como en el ejemplo, el ponqué de tu cumpleaños o los lápices entre los diferentes alumnos o las actividades del jefe de una empresa entre sus colaboradores. Ya que entendiste la importancia de la división, es el momento de aprender los trucos y reglas que te permiten obtener el resultado deseado.
La división es muy útil cuando te encuentras en tu cumpleaños al cual asistieron 20 personas y deseas dividir el ponqué en partes iguales para que todos puedan disfrutar de ese manjar. En este mismo caso supongamos que el ponqué fue dividido con anterioridad en 30 partes, de tal forma que si le entregas un pedazo a cada uno de los 25 invitados, entonces te sobrarán 5 pedazos para aquellos que quieran repetir ponqué. La operación matemática de la división es 30 dividido 25 igual 1 y sobran 5.
La división y la multiplicación van emparejadas, de tal forma que se aprenden conjuntamente.
Supongamos que contamos con triángulos para ubicar en cada esquina o vértice un número, en la base dos números del 1 al 9, y en la esquina superior el resultado de multiplicar los dos números de la base. Por ejemplo, 3 y 7 en la base, para obtener en la esquina superior la multiplicación de los dos es decir 21. Los fantástico de la división es que en este ejemplo, si divides 21 por el primer número 3 obtienes el segundo 7, y viceversa, si divides 21 por 7 obtienes 3. De esta forma podemos practicar la multiplicación y la división a través de los triángulos y 3 números.
Veamos otro ejemplo de la fantasía de la división y su poder para repartir y compartir el todo. Supongamos que tienes 40 lápices y eres profesor de un salón de clases con 20 alumnos, a quienes deseas darles una cantidad igual de lápices, en este caso divides 40 por 20 y obtienes como resultado 2, es decir que a cada alumno le corresponderán 2 lápices. Si en lugar de tener 40 lápices tuvieras 45, entonces en la división 40 sobre 20, el resultado serían los mismos 2 pero sobrarían 5.
Sin la división no podrías compartir y repartir, tampoco podrías delegar y darle a cada uno lo que por derecho se merece. Por ello, la división es una operación matemática muy importante, la cual lleva implícita el deseo de servir y compartir, ya sea como en el ejemplo, el ponqué de tu cumpleaños o los lápices entre los diferentes alumnos o las actividades del jefe de una empresa entre sus colaboradores. Ya que entendiste la importancia de la división, es el momento de aprender los trucos y reglas que te permiten obtener el resultado deseado.
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