Si eres aficionado al boxeo o a las confrontaciones entre equipos deportivos rivales de la misma ciudad, encontrarás la pasión que se genera cuando se enfrentan en buena lid. Lo mismo ocurre en el campo empresarial entre las finanzas y el marketing, dos áreas del conocimiento aparentemente antagónicas y que permanentemente se enfrentan por posiciones, ideas, conceptos, estrategias, actuaciones, toma de decisiones.
Las finanzas se encargan de velar por la situación económica, los ingresos, la rentabilidad, toda la parte material, que permite demostrarles a los socios que el negocio vale la pena. Mientras que el marketing se responsabiliza por el mercado, los clientes, los productos que satisfacen soluciones, la competencia, la diferenciación, y toda la parte que le da valor al negocio ante los consumidores.
Muchas veces en una reunión se enfrentan las posiciones de las finanzas y el marketing, los unos por satisfacer las necesidades a toda costa y los otros por evitar que se despilfarre el dinero o se invierta demasiado. El gerente deberá dirimir los extremos para encontrar el punto de equilibrio que lleve a la empresa a no perder cliente y por el contrario ganar más, sin que el negocio de pérdida.
Por ello, el mundo es perfecto y las empresas necesitan de los dos, las finanzas y el marketing, para que le den norte al negocio y viabilidad, se oriente a los clientes pero sin perder la objetividad, se invierta en crecimiento pero dentro de lo posible, se pueda soñar pero con los pies en la tierra, para no salir volando y sin destino.
Pareciera que el marketing se dedica a gastar y las finanzas a ahorrar, el marketing a realizar y las finanzas a encontrar la factibilidad, el marketing a comprar y las finanzas a cotizar, y ambos a desarrollar estrategias para que el negocio siga creciendo en forma sana y equilibrada.
En una reunión de alta gerencia se pueden encontrar las divergencias de opiniones, en donde el marketing plantea el punto de vista del consumidor e intenta reconciliarlo con las posibilidades de la empresa, no solo en el campo financiero sino el administrativo, el tecnológico, el comercial, el productivo, el talento humano, y todos los aspectos que intervienen para que el negocio se formalice.
La lucha entre las finanzas y el marketing será interminable, para beneficio de la organización, el desarrollo equilibrado de los negocios, los mismos clientes a quienes no se le podrá prometer cosas por encima de las posibilidades en el largo plazo, porque de nada serviría entregar un beneficio efímero y de corto plazo. Las finanzas y el marketing unidos para un mismo fin.
Las finanzas se encargan de velar por la situación económica, los ingresos, la rentabilidad, toda la parte material, que permite demostrarles a los socios que el negocio vale la pena. Mientras que el marketing se responsabiliza por el mercado, los clientes, los productos que satisfacen soluciones, la competencia, la diferenciación, y toda la parte que le da valor al negocio ante los consumidores.
Muchas veces en una reunión se enfrentan las posiciones de las finanzas y el marketing, los unos por satisfacer las necesidades a toda costa y los otros por evitar que se despilfarre el dinero o se invierta demasiado. El gerente deberá dirimir los extremos para encontrar el punto de equilibrio que lleve a la empresa a no perder cliente y por el contrario ganar más, sin que el negocio de pérdida.
Por ello, el mundo es perfecto y las empresas necesitan de los dos, las finanzas y el marketing, para que le den norte al negocio y viabilidad, se oriente a los clientes pero sin perder la objetividad, se invierta en crecimiento pero dentro de lo posible, se pueda soñar pero con los pies en la tierra, para no salir volando y sin destino.
Pareciera que el marketing se dedica a gastar y las finanzas a ahorrar, el marketing a realizar y las finanzas a encontrar la factibilidad, el marketing a comprar y las finanzas a cotizar, y ambos a desarrollar estrategias para que el negocio siga creciendo en forma sana y equilibrada.
En una reunión de alta gerencia se pueden encontrar las divergencias de opiniones, en donde el marketing plantea el punto de vista del consumidor e intenta reconciliarlo con las posibilidades de la empresa, no solo en el campo financiero sino el administrativo, el tecnológico, el comercial, el productivo, el talento humano, y todos los aspectos que intervienen para que el negocio se formalice.
La lucha entre las finanzas y el marketing será interminable, para beneficio de la organización, el desarrollo equilibrado de los negocios, los mismos clientes a quienes no se le podrá prometer cosas por encima de las posibilidades en el largo plazo, porque de nada serviría entregar un beneficio efímero y de corto plazo. Las finanzas y el marketing unidos para un mismo fin.
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