Cuando una persona se encuentra aislada del resto de la sociedad, ni da ni recibe influencia, no le importaría la forma en que actúen y se comporten las demás personas. Pero cuando se vive y convive con otras personas, la relación e interacción genera mutuas influencias, positivas y negativas para todas las partes. En la economía ocurre lo mismo, ya que el efecto globalización, o relación e interacción casi libre entre los diferentes países del mundo, genera también mutuas influencias, positivas y negativas.
Se dice con la teoría del efecto mariposa que el aleteo de un pequeño animal como una mariposa en cualquier parte del mundo, así sea un lugar lejano, tiene influencia en el aleteo y posterior comportamiento de todas las mariposas del mundo, encuéntrense en donde se encuentren. Para indicarnos que nos encontramos en un mundo interrelacionado, en donde toda acción tiene su consecuencia.
Por ello, no nos debe extrañar que las actuaciones del sector financiero en los Estados Unidos tengan repercusión en Europa y en Sudamérica, que la quiebra de algún Banco grande o sus problemas financieros, como el que se presentó en el City Bank, influya en el resto de países en donde tiene su presencia con oficinas y sucursales. Este es el efecto globalización.
Tampoco debe ser ajeno que temas ambientales que afecten a otros países, influyan e impacten en nuestra vida diaria. Ya sea por el efecto invernadero, o que el polo norte esté perdiendo su congelamiento y debido a ello se esté aumentando el nivel de los mares, o que en el Japón se presente un tsunami, o que la tierra se encuentre temblando más de la cuenta en uno u otro lugar cercano o lejano. La globalización también se ve en el campo ambiental y en la recuperación o utilización de los recursos naturales.
Si hablamos de los problemas económicos existentes en los países, desafortunadamente también influyen en el resto de sociedades, ya sea porque se reducen los intercambios comerciales, o porque los inmigrantes pierden su empleo y deben regresar al país de origen, o porque las empresas multinacionales entran en problemas y deben vender sus participaciones en las compañías locales, o porque se reducen los apoyos en préstamos y créditos de los organismos multilaterales, o porque ya no nos pueden pagar las exportaciones, y así podríamos seguir justificando el porqué el mal o bien del vecino también nos afecta.
Si deseas analizar la economía en su real y total dimensión, debes incluir por supuesto el efecto de la globalización, que a todos nos atañe y nos afecta, para bien y para mal. En ti está encontrar el lado bueno del asunto.
Se dice con la teoría del efecto mariposa que el aleteo de un pequeño animal como una mariposa en cualquier parte del mundo, así sea un lugar lejano, tiene influencia en el aleteo y posterior comportamiento de todas las mariposas del mundo, encuéntrense en donde se encuentren. Para indicarnos que nos encontramos en un mundo interrelacionado, en donde toda acción tiene su consecuencia.
Por ello, no nos debe extrañar que las actuaciones del sector financiero en los Estados Unidos tengan repercusión en Europa y en Sudamérica, que la quiebra de algún Banco grande o sus problemas financieros, como el que se presentó en el City Bank, influya en el resto de países en donde tiene su presencia con oficinas y sucursales. Este es el efecto globalización.
Tampoco debe ser ajeno que temas ambientales que afecten a otros países, influyan e impacten en nuestra vida diaria. Ya sea por el efecto invernadero, o que el polo norte esté perdiendo su congelamiento y debido a ello se esté aumentando el nivel de los mares, o que en el Japón se presente un tsunami, o que la tierra se encuentre temblando más de la cuenta en uno u otro lugar cercano o lejano. La globalización también se ve en el campo ambiental y en la recuperación o utilización de los recursos naturales.
Si hablamos de los problemas económicos existentes en los países, desafortunadamente también influyen en el resto de sociedades, ya sea porque se reducen los intercambios comerciales, o porque los inmigrantes pierden su empleo y deben regresar al país de origen, o porque las empresas multinacionales entran en problemas y deben vender sus participaciones en las compañías locales, o porque se reducen los apoyos en préstamos y créditos de los organismos multilaterales, o porque ya no nos pueden pagar las exportaciones, y así podríamos seguir justificando el porqué el mal o bien del vecino también nos afecta.
Si deseas analizar la economía en su real y total dimensión, debes incluir por supuesto el efecto de la globalización, que a todos nos atañe y nos afecta, para bien y para mal. En ti está encontrar el lado bueno del asunto.
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