La ley de la oferta y la demanda nos enseña que existe una estrecha relación entre estas dos variables, para que exista viabilidad en los negocios, y con injerencia en el precio del producto que se vende.
Si existe baja demanda, el precio puede disminuir porque existen pocos compradores, lo contrario si la demanda es alta y el apetito por comprar el producto aumenta, ya que puedes cobrar un precio más alto por el mismo producto.
Desde el punto de vista de la oferta, cuando existe una baja oferta la demanda se presenta, entonces el precio del producto aumenta, como ocurre con los alimentos, en donde al existir escapes de producto, el precio se incrementa. En forma inversa, tan pronto aumenta la oferta del producto, el precio comienza a descender, para incentivar su compra y la demanda.
Las alternativas de combinaciones entre la variación de la demanda y la oferta se ponente cada vez mejores, afectando la variable precio en una u otra dirección, dependiendo del tipo de bien o servicio que se esté ofreciendo y la mayor o menor necesidad presente en la demanda. Porque no será lo mismo un bien de consumo básico como los alimentos que necesitas para comer, que un producto suntuario en donde puedes aplazar la decisión de compra a otro momento en donde los precios y descuentos sean menores.
Surge entonces para acompañar al trío de variables, precio, demandada y oferta, un cuarto factor denominado promoción, el cual también puede influir en las demás variables, asciendo que la demanda aumente por el deseo de beneficiarse de un precio súper especial, independiente si no existe necesidad en el momento por adquirir el producto o servicio.
La ley de la oferta y demanda es muy útil para los negocios y la política, en el primer caso para que exista un equilibrio entre lo que se produce y se vende, y en el segundo caso para velar por una redistribución de los recursos y equidad en la gestión de los mismos. Estas leyes universales de la economía sirven de guía a todos para que se puedan orientar los esfuerzos, hacer más eficiente la labor, y lograr latan anhelada rentabilidad y utilidad. Nunca producir por encima de la demanda y mucho menos dejar la demanda insatisfecha por falta de producto.
La ley de la demanda y la oferta nones exacta e infalible, pero si se convierte en una excelente guía y herramienta para alcanzar los objetivos, obtener los resultados deseados y aun un poco más de lo planeado. Te invitamos a hacer un seguimiento permanente de la demanda real, aparente y oculta, para que luego puedas atender y satisfacer la misma, logrando la máxima eficiencia y efectividad.
Si existe baja demanda, el precio puede disminuir porque existen pocos compradores, lo contrario si la demanda es alta y el apetito por comprar el producto aumenta, ya que puedes cobrar un precio más alto por el mismo producto.
Desde el punto de vista de la oferta, cuando existe una baja oferta la demanda se presenta, entonces el precio del producto aumenta, como ocurre con los alimentos, en donde al existir escapes de producto, el precio se incrementa. En forma inversa, tan pronto aumenta la oferta del producto, el precio comienza a descender, para incentivar su compra y la demanda.
Las alternativas de combinaciones entre la variación de la demanda y la oferta se ponente cada vez mejores, afectando la variable precio en una u otra dirección, dependiendo del tipo de bien o servicio que se esté ofreciendo y la mayor o menor necesidad presente en la demanda. Porque no será lo mismo un bien de consumo básico como los alimentos que necesitas para comer, que un producto suntuario en donde puedes aplazar la decisión de compra a otro momento en donde los precios y descuentos sean menores.
Surge entonces para acompañar al trío de variables, precio, demandada y oferta, un cuarto factor denominado promoción, el cual también puede influir en las demás variables, asciendo que la demanda aumente por el deseo de beneficiarse de un precio súper especial, independiente si no existe necesidad en el momento por adquirir el producto o servicio.
La ley de la oferta y demanda es muy útil para los negocios y la política, en el primer caso para que exista un equilibrio entre lo que se produce y se vende, y en el segundo caso para velar por una redistribución de los recursos y equidad en la gestión de los mismos. Estas leyes universales de la economía sirven de guía a todos para que se puedan orientar los esfuerzos, hacer más eficiente la labor, y lograr latan anhelada rentabilidad y utilidad. Nunca producir por encima de la demanda y mucho menos dejar la demanda insatisfecha por falta de producto.
La ley de la demanda y la oferta nones exacta e infalible, pero si se convierte en una excelente guía y herramienta para alcanzar los objetivos, obtener los resultados deseados y aun un poco más de lo planeado. Te invitamos a hacer un seguimiento permanente de la demanda real, aparente y oculta, para que luego puedas atender y satisfacer la misma, logrando la máxima eficiencia y efectividad.
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