Las embajadas de los Estados Unidos de Norteamérica alrededor del mundo, son organismos dependientes directamente del departamento de Estado de los Estados Unidos.
Alrededor de mundo el Departamento de estado de los Estados Unidos posee una serie de representaciones diplomáticas con el fin de tramitar y regular el ingreso de personas que planean su entrada al país del norte. Aquí se tramitan diariamente los documentos necesarios requeridos tanto por inmigrantes como por no inmigrantes (turistas, estudiantes, empresarios, profesionales, etc.). Tal proceso se lleva a cabo con un gran rigor y objetividad con el fin de mantener protegidos a los habitantes de los Estados Unidos de América.
Básicamente existen dos tipos de visas:
–Inmigrante o residencia: este tipo de visado se entrega a las personas que desean viajar al territorio norteamericano con el fin de establecerse de manera definitiva, ya sea por motivos laborales o de establecer su residencia por un tiempo superior al de un turista.
–No inmigrante: de acuerdo al propósito del viaje este tipo de visas se entregan por lo general a personas que viajan de manera temporal a los Estados Unidos: tratamiento médico, trabajo, turismo, formación profesional, negocios, etc.
Existe un proceso para detectar cualquier tipo de fraude al momento de tramitar los visados hacia Estados Unidos.
Tras los atentados de septiembre 11 de 2001, el departamento de estado de los Estados Unidos reforzó su seguridad en sus sedes diplomáticas para expedir visas. La amenaza constante del terrorismo internacional y la prevención de cualquier potencial ingreso al territorio es una de las preocupaciones constantes de las sedes diplomáticas. Ciudadanos de muchos países actualmente en conflicto con los Estados Unidos, tienen limitado actualmente su acceso a visas por problemas de orden político: por ejemplo, Corea del Norte, Venezuela e Irán.
Actualmente, sin embargo, casi todos los países del mundo cuentan con una representación diplomática autorizada de los Estados Unidos de América. Por regla general, se requieren una serie de documentos que acreditan la naturaleza y justifican el motivo del viaje a los Estados Unidos. Esto como se ha dicho anteriormente, varía de acuerdo a las necesidades y perfil de la persona que se presenta a solicitar su visa americana. Existen distintas categorías especificas para expedición de la visa americana, que de acuerdo al país donde habite el solicitante tendrá variantes y excepciones. Un requisito característico sin excepción es demostrar que se es ciudadano del país donde se vive refrendando un documento de identidad, así como ser mayor de (14) catorce años. En caso contrario tener la autorización de los tutores para el viaje.
Este es quizá el paso de mayor relevancia para que una visa americana sea otorgada a su solicitante. Allí el encargado sostendrá una conversación para conocer cuál es el motivo del viaje a los Estados Unidos. Conviene tener un dominio aceptable de la lengua inglesa para que así las probabilidades de ser aprobado sean mayores. La consistencia y verosimilitud de los argumentos e información suministrada en la entrevista debe ser coherente y clara para que, junto con el formulario previamente diligenciado, el funcionario tenga unos elementos de juicio para aprobar la solicitud.
Es preciso ser claro al momento de contestar y presentar así mismo, los documentos que acrediten la naturaleza de la solicitud. De la misma manera es necesario tener en cuenta aspectos que, aunque parezcan fútiles y sin importancia, tienen sentido al momento de negarse o no una visa norteamericana. Llegar con treinta minutos de anticipación es ideal, puesto que si se llega retrasado a la hora de la cita, no se permitirá el ingreso y deberá el solicitante pedir una nueva cita. No se permite tampoco el ingreso de terceros a la entrevista, solamente la persona solicitante debe hacerlo. En caso de ser menor de edad, el tutor solamente deberá entrar con el menor. Sólo en casos excepcionales, como discapacidad, se permite la entrada a otra persona.
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