En los adolescentes, el alcoholismo produce mayores consecuencias y adicción que en la adultez, ya que sus efectos parecen ser más duraderos, tóxicos y sensibles, especialmente en el área del control de los impulsos.
Por ello, se hace necesario conocer y detectar el problema a fondo para la creación de medidas que apoyen la reinserción de estos jóvenes a la sociedad.
La OMS (Organización Mundial de la Salud), señala que todos los años se originan en el mundo millones de muertes debido a causas relacionadas con el alcohol, lo cual representa más del 5% del total de fallecimientos. También, el alcoholismo es una de las causas más frecuentes de enfermedades como “cirrosis hepática”.
Igualmente, se destaca una relación sumamente importante del alcohol con algunos trastornos psicológicos.
Por muchos años, las razones del origen del alcoholismo, se atribuía a los factores genéticos. Según esta teoría, los sujetos adquirían mucha más probabilidad de llegar a ser alcohólicos.
Respecto al punto anterior, no se tenía como un asunto seriamente aceptado que elementos de aprendizaje o del entorno también conllevaban al consumo exagerado y que al interactuar con la genética, hacían el detonante.
Según la posición tradicional, el 50% del alcoholismo se atribuye a factores genéticos. No obstante, el hallazgo de un único gen que explicase la adicción, fue infructuoso.
Se hallaron algunas mutaciones en genes, que modificaron la forma en que se consume el alcohol y quienes poseen dicha mutación son más sensibles a los efectos de éste, principalmente quienes tienen síntomas como: taquicardia, sudoración y enrojecimiento facial.
Actualmente, se considera que las razones del alcoholismo en adolescentes están determinadas por una combinación de los factores genéticos y ambientales. Estos estudios comprobaron también, que esta adicción no es exclusiva de los adultos, sino que inclusive, puede ocurrir en individuos antes del nacimiento.
Los hijos de padres alcohólicos, están expuestos a constante estrés o indiferencia en sus hogares, por lo cual, el niño sufre modificaciones de su conducta y salud psicológica. Esta permanece en el tiempo y desarrollan más vulnerabilidad hacia el alcohol en su edad adulta.
El Instituto Nacional de Drogas de Estados Unidos (DSM), determinó en uno de sus estudios, que la mayor dependencia del alcohol, comenzaba entre los dieciocho y veinticuatro años. Esto impulsó investigaciones cuyos resultados indicaron la presencia del alcoholismo entre adolescentes de 12 a 17 años.
Independientemente de las razones que llevan a un individuo al consumo exagerado de alcohol, es importante considerar la moderación del mismo durante la etapa adulta. Sin embargo, en la adolescencia juega un papel que puede ser devastador.
Los investigadores señalan que el alcoholismo en la adolescencia es mucho más peligroso que en la adultez, debido a que esta adicción puede influir en su desarrollo psicológico. Los adolescentes consumen más alcohol de manera excesiva o problemática que sus pares adultos, según algunas investigaciones.
Algunos tienen la creencia de que la cercanía con el alcohol en edades tempranas podría ser favorable en espacios supervisados. No obstante, una revisión bibliográfica realizada por la Dra. Iris Sánchez, Dr. Iván Castillo Ledo, Dra. Dinorah Janet, Est Dayana Pacheco y Est. Yenier Hernández, reveló efectos contraproducentes y nocivos a largo plazo.
El estudio indicado anteriormente pone de manifiesto que la preadolescencia es un periodo sensible para el cerebro. Por ello se debe evitar a toda costa la ingesta de este producto que puede causar grandes daños en esta etapa, en comparación con los adultos.
El consumo exagerado junto a la insuficiente capacidad de metabolizar el alcohol de los jóvenes, puede ser mortal o correr con el riesgo de obtener grandes cantidades de alcohol en sangre. Esto podría producir un daño o muerte neuronal.
Algunos chicos combinan sustancias estupefacientes o estimulantes, lo cual puede incrementar el daño neuronal.
La metabolización del alcohol es a través del Acetaldehído (metabolito hepático). Su acumulación genera taquicardia y, entre otras cosas, malestar general, lo cual ayuda a frenar el consumo en adultos. Los adolescentes no tienen esta protección natural, porque su metabolización es menor.
Los jóvenes experimentan más placer al consumir alcohol debido al efecto opuesto producido en los adolescentes en sus cerebros. Esto favorece el mayor consumo y que sus experiencias sean más positivas, ya que no pierden la coordinación ni se duermen, aun cuando han consumido más.
Las investigaciones demuestran que el alcoholismo en los adolescentes comienza entre los doce y dieciocho años, lo cual podría afectar negativamente su desenvolvimiento académico y comportamiento. Los jóvenes que consumen desde la edad temprana son más proclives a generar dependencia y abuso.
En el caso de los menores no padecen los efectos negativos del alcohol por su baja metabolización. Por ello tienen sensaciones de placer que les facilita la socialización, viendo esta adicción de forma positiva.
Nada es más importante que aplicar normas sociales en los espacios públicos y privados que demoren el comienzo de la ingesta de alcohol en los menores y regularicen la comercialización de licores en la población. Es una manera efectiva de evitar las catastróficas consecuencias derivadas del consumo de este.
Por ello, se hace necesario conocer y detectar el problema a fondo para la creación de medidas que apoyen la reinserción de estos jóvenes a la sociedad.
¿Qué es el alcoholismo en adolescentes?
El alcoholismo, es la exagerada ingesta de alcohol. Tanto así, que se pierde totalmente el dominio de la cantidad de licor a consumir. Las principales características del alcoholismo en adolescentes son los fuertes y frecuentes episodios de intoxicación etílica y la fijación por continuar bebiendo.La OMS (Organización Mundial de la Salud), señala que todos los años se originan en el mundo millones de muertes debido a causas relacionadas con el alcohol, lo cual representa más del 5% del total de fallecimientos. También, el alcoholismo es una de las causas más frecuentes de enfermedades como “cirrosis hepática”.
Igualmente, se destaca una relación sumamente importante del alcohol con algunos trastornos psicológicos.
Razones del alcoholismo en la adolescencia
Por muchos años, las razones del origen del alcoholismo, se atribuía a los factores genéticos. Según esta teoría, los sujetos adquirían mucha más probabilidad de llegar a ser alcohólicos.
Respecto al punto anterior, no se tenía como un asunto seriamente aceptado que elementos de aprendizaje o del entorno también conllevaban al consumo exagerado y que al interactuar con la genética, hacían el detonante.
Según la posición tradicional, el 50% del alcoholismo se atribuye a factores genéticos. No obstante, el hallazgo de un único gen que explicase la adicción, fue infructuoso.
Se hallaron algunas mutaciones en genes, que modificaron la forma en que se consume el alcohol y quienes poseen dicha mutación son más sensibles a los efectos de éste, principalmente quienes tienen síntomas como: taquicardia, sudoración y enrojecimiento facial.
Actualmente, se considera que las razones del alcoholismo en adolescentes están determinadas por una combinación de los factores genéticos y ambientales. Estos estudios comprobaron también, que esta adicción no es exclusiva de los adultos, sino que inclusive, puede ocurrir en individuos antes del nacimiento.
Los hijos de padres alcohólicos, están expuestos a constante estrés o indiferencia en sus hogares, por lo cual, el niño sufre modificaciones de su conducta y salud psicológica. Esta permanece en el tiempo y desarrollan más vulnerabilidad hacia el alcohol en su edad adulta.
El Instituto Nacional de Drogas de Estados Unidos (DSM), determinó en uno de sus estudios, que la mayor dependencia del alcohol, comenzaba entre los dieciocho y veinticuatro años. Esto impulsó investigaciones cuyos resultados indicaron la presencia del alcoholismo entre adolescentes de 12 a 17 años.
Independientemente de las razones que llevan a un individuo al consumo exagerado de alcohol, es importante considerar la moderación del mismo durante la etapa adulta. Sin embargo, en la adolescencia juega un papel que puede ser devastador.
Alcoholismo en adolescentes y preadolescencia
Los adolescentes desarrollan sus conductas, empiezan a asumir riesgos y a experimentar sensaciones, a compartir más con sus compañeros o amigos de su edad que con sus padres. Inician el consumo de mayor cantidad de alimentos y comienzan a experimentar cambios en sus cerebros.Los investigadores señalan que el alcoholismo en la adolescencia es mucho más peligroso que en la adultez, debido a que esta adicción puede influir en su desarrollo psicológico. Los adolescentes consumen más alcohol de manera excesiva o problemática que sus pares adultos, según algunas investigaciones.
Algunos tienen la creencia de que la cercanía con el alcohol en edades tempranas podría ser favorable en espacios supervisados. No obstante, una revisión bibliográfica realizada por la Dra. Iris Sánchez, Dr. Iván Castillo Ledo, Dra. Dinorah Janet, Est Dayana Pacheco y Est. Yenier Hernández, reveló efectos contraproducentes y nocivos a largo plazo.
El estudio indicado anteriormente pone de manifiesto que la preadolescencia es un periodo sensible para el cerebro. Por ello se debe evitar a toda costa la ingesta de este producto que puede causar grandes daños en esta etapa, en comparación con los adultos.
Peligrosas consecuencias del alcoholismo en los adolescentes
Los adolescentes consumen alcohol de forma exagerada durante la semana, muchas veces excediendo los cinco tragos por sesión. Esto trae diversas consecuencias, tales como:El consumo exagerado junto a la insuficiente capacidad de metabolizar el alcohol de los jóvenes, puede ser mortal o correr con el riesgo de obtener grandes cantidades de alcohol en sangre. Esto podría producir un daño o muerte neuronal.
Algunos chicos combinan sustancias estupefacientes o estimulantes, lo cual puede incrementar el daño neuronal.
La metabolización del alcohol es a través del Acetaldehído (metabolito hepático). Su acumulación genera taquicardia y, entre otras cosas, malestar general, lo cual ayuda a frenar el consumo en adultos. Los adolescentes no tienen esta protección natural, porque su metabolización es menor.
Los jóvenes experimentan más placer al consumir alcohol debido al efecto opuesto producido en los adolescentes en sus cerebros. Esto favorece el mayor consumo y que sus experiencias sean más positivas, ya que no pierden la coordinación ni se duermen, aun cuando han consumido más.
Las investigaciones demuestran que el alcoholismo en los adolescentes comienza entre los doce y dieciocho años, lo cual podría afectar negativamente su desenvolvimiento académico y comportamiento. Los jóvenes que consumen desde la edad temprana son más proclives a generar dependencia y abuso.
En el caso de los menores no padecen los efectos negativos del alcohol por su baja metabolización. Por ello tienen sensaciones de placer que les facilita la socialización, viendo esta adicción de forma positiva.
Nada es más importante que aplicar normas sociales en los espacios públicos y privados que demoren el comienzo de la ingesta de alcohol en los menores y regularicen la comercialización de licores en la población. Es una manera efectiva de evitar las catastróficas consecuencias derivadas del consumo de este.
Comentarios
Publicar un comentario