Uno de los mayores obstáculos, cuando una persona quiere dejar de la adicción de la pornografía es luchar contra ese diablillo interior que nos empuja a consumirla. Ese diablillo tiene bastante fuerza al principio, pero cada vez que lo derrotamos se hace más pequeño.
Ese diablillo es muy astuto y nos propondrá tentaciones con argumentos muy convincentes que nos harán caer de nuevo en un ciclo pornografía masturbación (CPM). Sus principales argumentos pueden ser: “Por una vez no pasa nada”, “Vuelve a hacerlo durante esta semana que tienes exámenes y la próxima semana lo dejas”, o otros argumentos similares.
En este artículo nos gustaría concentrarnos en las principales excusas:
1.- Necesito un CPM para poder hacer esto. Cuando intentamos dejar una adicción nuestro cuerpo puede revelarse haciéndonos creer que necesitamos algo. Esto es un engaño, no lo necesitamos pero ese diablillo puede llegar a ser muy peligroso. Por ejemplo, “Voy a hacer un CPM para poder dormir tranquilamente y así poder rendir mañana en el trabajo”. O nos puede tentar con otras ideas del tipo: “Tengo un examen la semana que viene, si no hago un CPM no aprobaré la asignatura y mi vida será un desastre”.
2.- No pienses, simplemente hazlo. Una de las técnicas que mejor le funciona al diablillo consiste en bloquear la parte racional. En lugar de pararnos a pensar y ver las consecuencias de nuestro comportamiento en el largo plazo. Pararnos y ver que no merece la pena, este diablillo nos empuja a hacerlo sin parar a pensar y lanzarnos a por el placer los más rápidamente posible. Además, nos empuja a hacerlo rápido, no vaya a ser que nos arrepintamos.
3.- De perdidos al río. Es decir, una vez que has caído en un CPM. Como ya te has manchado, la tentación es seguir manchándose. Esta actitud no parece muy inteligente. Es como si por haber reventado un neumático en un accidente, nos bajásemos del coche y reventáramos los otros tres. Si, a pesar de haber caído, nos levantamos y seguimos luchando, es una señal positiva. Y si seguimos luchando lo antes posible para no caer en el agujero todavía más, nos dará muchas fuerzas para el futuro y adelantará nuestra recuperación.
4.- Mañana empiezo. Esta excusa es una de las más frecuentes. Pero no tiene mucho sentido. Si lo pensamos un poco, esta misma excusa la podemos repetir hasta el infinito de forma que nunca lograremos avanzar en la recuperación. Por lo tanto, es fundamental ser capaz de responder: “No, esta excusa me ata de manera permanente con mi adicción y yo quiero salir de aquí”.
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