EL RAMO
(En un autobús. Mucha gente sentada, algunos de pie. El conductor manejando un gran volante y con la maquina de tickets. Anuncia a gritos algunas paradas.)
Conductor: ¡¡Próxima parada Barrio de la luz. Propera parada barrio de la Llum!!
(Van subiendo pasajeros que ocupan los sitios libres)
Borracho: (Con una botella en la mano) ¡Hombre, Amancio! ¡Cómo has cambiado! Estás más flaco, más alto, con otro peinado distinto.
Gerardo: Oiga, que yo no me llamo Amancio sino Gerardo.
Borracho: ¡Vaya Amancio, si has cambiado hasta de nombre! (Se sienta y se duerme hipando)
(Dos mujeres hablan a gritos)
Antonia: Ahí, querida, pues le he comprado a mi Paqui un móvil de los de la última generación.
Juana: ¡Un móvil! ¡Quita, quita, esos trastos no sirven pa’ na’ bueno!
Antonia: Hay que ver como eres, estás anticuada. Así la tengo localizada y además puede llamar si le ocurre algo. Que tal y como está el mundo una ya no sabe lo que puede pasar.
Juana: Y que lo digas, mujer, que ponés la tele y son todo crímenes y cosas de esas. Es que ya no se puede ni salir tranquila a la calle. En mis tiempos eso no pasaba.
(Dos gitanos discuten a gritos)
Gitano 1: ¡¡Ay!! ¡Como pille al payo ese lo mato! Por esta (se besa los dedos)
Gitano 2: ¡Pero no seas animal hombre, como dices eso!
Gitano 1: Se cree que me puede tomar el pelo así como así. ¡Se va a enterar!
Gitano 2: Tate tranquilo que vas a asustar a esta buena gente (siguen hablando en voz baja)
Pedro: Ya lo sé papá, lo que pasa es que casarse bien hoy en día es muy difícil.
Padre: Pero hijo mío, ya tienes una edad y cuanto más tardes en decidirte es peor. Luego te quejarás de que tus hijos te han pillado mayor y que no tienes fuerzas para educarlos.
Pedro: Anda, papá, no exageres que sólo tengo veintidós años.
Vendedor: Señores si me hacen el favor, tengo mujer y cinco hijos y no tengo trabajo. Cómprenme unos klinex a un euro el paquete y que Dios se lo pague, que tengo mujer y seis hijos. . .
Hombre: ¡Pues sí que crece rápido su familia, oiga! Deme un paquete de klinex y fíjese más en lo que dice.
Vendedor: Gracias caballero, es que la pena me confunde las ideas.
Hombre: ¡Y tanto! Que le he dado cinco euros y sólo me ha devuelto uno. Anda y quedese el resto que hoy estoy de buen humor.
Vendedor: Gracias caballero, que Dios se lo pague.
(Dos abuelos fumando en puro)
Anastasio: Fuiste a Mestalla el otro día Eleuterio.
Eleuterio: Como no voy a ir Anastasio. No me he perdido un partido en treinta y cinco años. Pero estos chicos de hoy en día no son como los de antes.
Anastasio: Y que lo digas, Kempes, Castellanos, Arias, Subirats. . . Eso sí que eran jugadores y no los de ahora que parecen bailarinas.
Conductor: ¡¡Próxima parada San Vicente. Propera parada san Viçent!!
(Bajan algunos y suben otros. Entra Aitor vestido de etiqueta con un ramo de flores. Enseña su carnet joven. El conductor lo coge y lee en voz alta)
Conductor: Aitor Tilla. Banco Urquijo. ¿Desde cuándo los banqueros tienen carnet joven?
Aitor: No soy banquero sino bancario, que no es lo mismo. Unos tienen el dinero y otros lo contamos. Aunque espero un ascenso pronto.
Conductor: Bueno, chico, es que vas tan elegante. . .
Aitor: Es que voy a pedir la mano de mi futura. . .
Conductor: ¡Ahora entiendo lo del ramo! ¿Y como se llama la afortunada?
Aitor: María José, aunque todos le llamamos Mariajo. Mariajo Aceite. Vive en Blasco Ibáñez.
Conductor: O sea que Aitor Tilla y Mariajo Aceite, ¿no? Hacéis buena pareja. Pues buena suerte chaval.
(Aitor toma asiento al lado de Pedro y su padre)
Niño 1: Mis padres me han dicho que si me suspenden menos de nueve me compran la play 3.
Niño 2: A mi ya me la han comprado, ahora me toca el ordenador.
Niño 3: ¿Otro ordenador? Si ya tienes uno.
Niño 2: Ese ya está viejo, me lo compraron hace 6 meses.
Niño 4: Ah bueno, entonces bien.
Pedro: Yo quiero encontrar una chica inteligente y guapa. . . y rica. Como Mariajo.
Padre: Pues no pides ná. . . Además la Mariajo esa ya está prometida con el banquero ese, ¿cómo se llama? Ah, sí, Aitor.
(Aitor dá un respingo)
Pedro: Sí, es verdad, pero la familia se opone a la boda y eso no lo sabe el novio.
Padre: ¡Vaya! ¿pero porqué?
Pedro: Porque Aitor no sabe que al faltar el otro día dinero en la caja al cerrar las cuentas del mes su jefe le ha echado a él la culpa y lo han denunciado. La policía lo está buscando y él no lo sabe.
Padre: ¡Pues vaya lío!
(Aitor pone cara de asombro)
Pedro: Espera que ahí no acaba la cosa, Mariajo no le quiere, dice que es un pesao y que la pone de los nervios.
Padre: Eso es serio. . .
(Aitor comienza a lloriquear con cara de pena)
Pedro: Pues el pobre no sabe lo peor.
Padre: ¿Peor aún? ¿Lo han hecho del Barça?
Pedro: No seas gracioso. Le han descubierto un cancer. Le queda un mes de vida. Sus padres no se lo han querido decir. . .
Conductor: ¡¡Próxima parada plaza de Zaragoza. Propera parada plaça de Saragossa!!
(Para el autobús. Aitor deja caer el ramo y baja cabizbajo)
Pedro: Y la chica vive en la calle Colón, nada menos.
Padre: ¿Es de familia conocida?
Pedro: Sí, de los Lines. Se llama Mariajo Lines.
Padre: ¿Y él?
Pedro: Aitor Mento.
(Bajan todos del autobús)
FIN
(En un autobús. Mucha gente sentada, algunos de pie. El conductor manejando un gran volante y con la maquina de tickets. Anuncia a gritos algunas paradas.)
Conductor: ¡¡Próxima parada Barrio de la luz. Propera parada barrio de la Llum!!
(Van subiendo pasajeros que ocupan los sitios libres)
Borracho: (Con una botella en la mano) ¡Hombre, Amancio! ¡Cómo has cambiado! Estás más flaco, más alto, con otro peinado distinto.
Gerardo: Oiga, que yo no me llamo Amancio sino Gerardo.
Borracho: ¡Vaya Amancio, si has cambiado hasta de nombre! (Se sienta y se duerme hipando)
(Dos mujeres hablan a gritos)
Antonia: Ahí, querida, pues le he comprado a mi Paqui un móvil de los de la última generación.
Juana: ¡Un móvil! ¡Quita, quita, esos trastos no sirven pa’ na’ bueno!
Antonia: Hay que ver como eres, estás anticuada. Así la tengo localizada y además puede llamar si le ocurre algo. Que tal y como está el mundo una ya no sabe lo que puede pasar.
Juana: Y que lo digas, mujer, que ponés la tele y son todo crímenes y cosas de esas. Es que ya no se puede ni salir tranquila a la calle. En mis tiempos eso no pasaba.
(Dos gitanos discuten a gritos)
Gitano 1: ¡¡Ay!! ¡Como pille al payo ese lo mato! Por esta (se besa los dedos)
Gitano 2: ¡Pero no seas animal hombre, como dices eso!
Gitano 1: Se cree que me puede tomar el pelo así como así. ¡Se va a enterar!
Gitano 2: Tate tranquilo que vas a asustar a esta buena gente (siguen hablando en voz baja)
Pedro: Ya lo sé papá, lo que pasa es que casarse bien hoy en día es muy difícil.
Padre: Pero hijo mío, ya tienes una edad y cuanto más tardes en decidirte es peor. Luego te quejarás de que tus hijos te han pillado mayor y que no tienes fuerzas para educarlos.
Pedro: Anda, papá, no exageres que sólo tengo veintidós años.
Vendedor: Señores si me hacen el favor, tengo mujer y cinco hijos y no tengo trabajo. Cómprenme unos klinex a un euro el paquete y que Dios se lo pague, que tengo mujer y seis hijos. . .
Hombre: ¡Pues sí que crece rápido su familia, oiga! Deme un paquete de klinex y fíjese más en lo que dice.
Vendedor: Gracias caballero, es que la pena me confunde las ideas.
Hombre: ¡Y tanto! Que le he dado cinco euros y sólo me ha devuelto uno. Anda y quedese el resto que hoy estoy de buen humor.
Vendedor: Gracias caballero, que Dios se lo pague.
(Dos abuelos fumando en puro)
Anastasio: Fuiste a Mestalla el otro día Eleuterio.
Eleuterio: Como no voy a ir Anastasio. No me he perdido un partido en treinta y cinco años. Pero estos chicos de hoy en día no son como los de antes.
Anastasio: Y que lo digas, Kempes, Castellanos, Arias, Subirats. . . Eso sí que eran jugadores y no los de ahora que parecen bailarinas.
Conductor: ¡¡Próxima parada San Vicente. Propera parada san Viçent!!
(Bajan algunos y suben otros. Entra Aitor vestido de etiqueta con un ramo de flores. Enseña su carnet joven. El conductor lo coge y lee en voz alta)
Conductor: Aitor Tilla. Banco Urquijo. ¿Desde cuándo los banqueros tienen carnet joven?
Aitor: No soy banquero sino bancario, que no es lo mismo. Unos tienen el dinero y otros lo contamos. Aunque espero un ascenso pronto.
Conductor: Bueno, chico, es que vas tan elegante. . .
Aitor: Es que voy a pedir la mano de mi futura. . .
Conductor: ¡Ahora entiendo lo del ramo! ¿Y como se llama la afortunada?
Aitor: María José, aunque todos le llamamos Mariajo. Mariajo Aceite. Vive en Blasco Ibáñez.
Conductor: O sea que Aitor Tilla y Mariajo Aceite, ¿no? Hacéis buena pareja. Pues buena suerte chaval.
(Aitor toma asiento al lado de Pedro y su padre)
Niño 1: Mis padres me han dicho que si me suspenden menos de nueve me compran la play 3.
Niño 2: A mi ya me la han comprado, ahora me toca el ordenador.
Niño 3: ¿Otro ordenador? Si ya tienes uno.
Niño 2: Ese ya está viejo, me lo compraron hace 6 meses.
Niño 4: Ah bueno, entonces bien.
Pedro: Yo quiero encontrar una chica inteligente y guapa. . . y rica. Como Mariajo.
Padre: Pues no pides ná. . . Además la Mariajo esa ya está prometida con el banquero ese, ¿cómo se llama? Ah, sí, Aitor.
(Aitor dá un respingo)
Pedro: Sí, es verdad, pero la familia se opone a la boda y eso no lo sabe el novio.
Padre: ¡Vaya! ¿pero porqué?
Pedro: Porque Aitor no sabe que al faltar el otro día dinero en la caja al cerrar las cuentas del mes su jefe le ha echado a él la culpa y lo han denunciado. La policía lo está buscando y él no lo sabe.
Padre: ¡Pues vaya lío!
(Aitor pone cara de asombro)
Pedro: Espera que ahí no acaba la cosa, Mariajo no le quiere, dice que es un pesao y que la pone de los nervios.
Padre: Eso es serio. . .
(Aitor comienza a lloriquear con cara de pena)
Pedro: Pues el pobre no sabe lo peor.
Padre: ¿Peor aún? ¿Lo han hecho del Barça?
Pedro: No seas gracioso. Le han descubierto un cancer. Le queda un mes de vida. Sus padres no se lo han querido decir. . .
Conductor: ¡¡Próxima parada plaza de Zaragoza. Propera parada plaça de Saragossa!!
(Para el autobús. Aitor deja caer el ramo y baja cabizbajo)
Pedro: Y la chica vive en la calle Colón, nada menos.
Padre: ¿Es de familia conocida?
Pedro: Sí, de los Lines. Se llama Mariajo Lines.
Padre: ¿Y él?
Pedro: Aitor Mento.
(Bajan todos del autobús)
FIN
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